DEAR ME…
Querida yo: Nunca permitas que nadie decida por ti, que nadie te defina, que nadie opine cual debe ser tu sitio o tu objetivo en la vida, que nadie te diga hasta donde puedes llegar cuando tienes una familia, sobretodo cuando tienes hijos, hay tantas etiquetas que seguir y ninguna la pones tú misma, es como si alquilases tu vida y tu libertad y la maternidad consistiese en eliminarte como persona para poder dar lugar a tu familia. Derriba este muro alto y profundo. Somos madres pero no debemos dejar de ser nosotras, esa esencia que teníamos antes de convertirnos en lo que somos ahora, nos enriquece y jamás nos debe abandonar, esa esencia hará de mi hija una mujer libre también y lograremos romper la cadena, donde entre mujeres el juzgarnos y hundirnos será un mal recuerdo del pasado, donde solo nos miremos desde la compresión, y la ayuda. Vuelvo a verme con otros ojos y es gracias a evitar errores del pasado, con mi madurez y mi yo más vivo aún si cabe, aunando vivencias, lugares y personas que han aportado valores a quien soy hoy con mis luchas y mis logros pero siempre yo y siempre tan querida tal y como soy por quienes deben ser, por quienes deben estar.
V.G.S.
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