THE FOG

 

                              

                        La niebla en mi cabeza me nubla totalmente el pensamiento y la visión, turbia mis sentidos, maximiza mi estado de aletargamiento como nunca antes, y sin embargo éste es el momento de mi vida en el que más necesito la cordura y la mente preclara para afrontar mi futuro y el futuro de quien tanto me necesita. 

                        Si en algo he cambiado significativamente y no por el tiempo transcurrido desde que me desahogaba narrativamente, si no por haber trabajado en Madrid durante todo el confinamiento en contacto directo con la mayor tragedia de mi vida y la de muchos, la pandemia y de la que me es difícil poder hablar, ese horrible acontecimiento añadido a un diagnóstico de Autismo que afecta a mi hija, me han reducido a una mujer que lucha por inercia, no por pasión de inconformismo como lo hacia tiempo atrás. 

                          Siento que mi corazón se ha oscurecido y se va volviendo un lugar inhóspito, un lugar donde nadie querría vivir, a veces incluso no reconozco el rostro que me devuelve el espejo, a veces siento que por esa misma razón he apartado a la mayoría de personas a mi alrededor, necesito poder reencontrarme con mi yo presente y reconciliarme con el para poder acercarme de nuevo a los demás. 

                          La inercia llega a convertirse en una espesa niebla que cada vez lo va ocupando todo y no solo produce ceguera, además provoca también la muerte lenta de cualquier deseo o sueño. 

                         Ya no escribo sobre mis experiencias amorosas, ya no me interesa el roce de la piel de nadie, ni siquiera llego a soportar el mío propio, sólo deseo dejar de sentir mi propio desamor, quizás ese será el mayor desengaño amoroso que jamás sentiré. 

V.G.S.



Comentarios

Entradas populares de este blog

REMNANTS

HOLD ON THE LINE, PLEASE...

DON’T PLAY THE OTHERS PLAY